Al final de la vida
Necesito hablarte, necesito mirarte
es que mis huesos están debilitados,
desde que has partido de mi lado.
¡Depresión! Es lo que siento, vida mía.
Porque hoy, de mí te alejas.
¡Opresión! Dentro de mi pecho,
un dolor causado por tu partida.
Has clavado una daga en mi pecho,
que se hunde poco a poco,
atravesando el umbral de mi esternón.
Me falta el aire, me ahogo en gemidos
de dolor y de amargura
mi vida está llegando al ocaso,
al portal mismo de la muerte.
¡Dolor! El filo puntiagudo,
ha tocado el filamento de mi alma.
¡Sombras! Solo veo en mi agonía,
deliro, a la hora de mi muerte.
He perdido el sentido de la vista,
más aún puedo sentirte a la distancia.
El oído no lo tengo más
pero puedo percibir tu aroma.
Ya está cerca el momento de partir,
muchos años de no verte
han hecho que mi vida se me esfume,
pero, este es mi último deseo antes de morir.
¡Besarte con el último suspiro de mi vida.
como la primera vez tan recordada!
Hablarte al oído como antes,
cuando los gorriones cantaban la canción.
Esa canción que era música de encanto,
melodía inconclusa de pasiones
entre nosotros que perdura por siempre
en la historia de ésta, mi memoria.