NAVE DE LUZ
El tiempo separados, ha marcado
tu nombre sobre el pecho adolorido,
de este ínfimo habitante alicaído
olvidar, todavía no ha logrado.
Kilómetros de cielo dan sus pasos
y nubes de algodón sus manos tocan
recordando a su Diosa en los ocasos.
Pensando en esas noches que provocan
los sentmientos antiguos, hoy escasos
que el corazón y mente aún le evocan.
En la nave de luz, él ha abordado
tratando de olvidar todo ocurrido
un amor que lo tiene poseído
aquel que lo mantiene alborotado.
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