Y MORÍ
Y me llegó la cálida sensación de una caricia,
en un tierno y delicado pétalo de rosa.
¡Y morí, lleno de inocencia por su causa!
Sentí mis poros dilatarse en dos segundos
por la suavidad de sus caricias.
¡Y morí lentamente por tocarla!
Arribó hasta mi oído, sinfonía azucarada
en una sola frase que salió de su boca.
¡Y morí en el réquiem dadivoso!
Llegó hasta mi el brillo de diamantes,
desprendido de sus bellos ojos.
¡Y morí cegado por aquella luz de su mirada!
Fue entonces que estiró sus brazos,
tan solo para alcanzarme desde lo alto.
¡Y morí de impotencia al no alcanzarla!
Y entonces abrió sus alas para cobijarme,
para asi consolar mis penurias.
¡Y morí envuelto en alegrías!
De pronto quise robarle un beso,
y probar el dulce néctar de su cuerpo.
Y entonces, morí en brazos de un angel...
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