Rimas Nº 2
Yo me encontré una mañana
una nota con tu adiós,
y miré por la ventana;
te me escapabas veloz.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.
Un puñal se me clavaba,
mi pecho partido en dos
a mis pies se desangraba
y se me ahogaba la voz.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.
Ya no estabas obligada
a decirme que hay amor,
en mis manos resbalaba
la pena, rabia y rencor.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.
Y en la pena que hoy, sumido
rompe en llanto mi dolor,
rompe el silencio, un quiejido
con motivo de tu adiós.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.
Yo me encontré una mañana
una nota con tu adiós,
y miré por la ventana;
te me escapabas veloz.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.
Un puñal se me clavaba,
mi pecho partido en dos
a mis pies se desangraba
y se me ahogaba la voz.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.
Ya no estabas obligada
a decirme que hay amor,
en mis manos resbalaba
la pena, rabia y rencor.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.
Y en la pena que hoy, sumido
rompe en llanto mi dolor,
rompe el silencio, un quiejido
con motivo de tu adiós.
¡Volteaste! Sin ver mi cara
te fuiste sin decir nada,
y yo no te dije adiós.