Mis Páginas y Otros Blogs

martes, 25 de agosto de 2009

EL PLACER ENTRE TUS DEDOS

EL PLACER ENTRE TUS DEDOS

BY
(ELJABO Y LUCRECIA BORGIA)




Deseo tu lengua,
tus brazos atando mi cintura
aquellos labios recorriendo cada espacio sin límites ni prejuicios.

Mis prejuicios se volverían banales ideas de cordura,
su límite sería ese cielo colmado de estrellas nocturnas
que iluminen cada rincón de tu llanura.

Recorriendo mi cuello, fumándome los hombros
descendiendo por mi pecho
observándolos erectos, pendientes,
esperando ese beso a sus montes.

Mis manos apeadas estrechamente a tus caderas
…inmóviles…
mis ojos siempre atónitos,
mi boca con el deseo de morder cada ínfimo espacio de tu dermis,
sería como estar tocando las puertas del cielo
en el infierno.

…Muerde...
muerde lo que tienes frente a ti
sacude tu lengua sobre la piel,
bajo la carne.

Derramando cada gota de saliva en esos surcos de pliegues de tu piel
para que broten las semillas de la idolatría
hacia ti
…mi amor fugaz…

Tu saliva en mis pliegues,
tu boca en mis surcos,
tu lengua en mi sudor,
extinguiendo y reviviendo el calor una y otra vez.

Hasta compararnos con el Ave Fénix
quien aunque entre nosotros nunca habría sido sino una llama apasionada
como el fuego que Prometeo había robado del Olimpo.

Átame a tu deseo, reclámame como tu posesión,
haz de ti cada parte de mi
devorando la decencia,
alzando la victoria de la batalla en nuestra cama.

¿Cómo puedo atarte si mis manos están maltrechas
desde que rozaron los dulces filamentos de tu cuello?
…Ya no queda ni un rincón del cual no haya sentido…
solamente estaría dispuesto a levantar bandera de victoria
con las últimas fuerzas de mi boca.

Usa esa boca que me llama para vibrarme,
para saciar mis pedidos de lujuria
saboreándome,
lamiéndome,
mordiéndome.

Con nuestra bandera
seca mis venas sangrantes y partidas.
Recoge cada gota de sudor de nuestros cuerpos,
envuélvenos en un capullo hecho de tela humedecida
por el fragor de nuestro encuentro ya casi terminado,
consumido,
evaporado con el primer rayo de sol.
Ya he visto aquella luz,
esa luz de tus pupilas dilatadas
que encendieron en mi ser toda esta épica contienda
desarrollada en mi cama.

Y permíteme besarte en aquél lecho
recorriendo el filo de la cama que se estremece,
buscando el escondite de tus puntos exactos.
Saciándote de pérdidas y victorias,
deseando tu cuerpo salvaje y viril.
Tu sexo erecto y húmedo en mí
entrando en el silencio
…llenándome de ti…
Saliendo del goce de mis gemidos
para entrar una vez más en los sentidos que me hacen clamar tu nombre…
Aquél que me da el placer en esta noche sin término decidido,
aquél que posee el remanso de mis líquidos dulces a tu esencia,
el que me llama y me despide,
que me desviste y me piensa.

En pensamiento y en palabra siempre estarás dentro de mí
y aunque no logre gritarle al mundo entero
…tu nombre…
retumbará dentro de mi piel
que fue tuya una noche,
que ha sido mía vanamente
hasta el instante mismo en que contuve la respiración
y me guardé las palabras que sólo a ti
las tenía reservadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario